“Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas. Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó: —¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigo mío? —Si —contestó el náufrago—, la verdad es que temblaba mucho; pero... ¡la roca no...! Y esto fue lo que me salvó.”Esta historia dista mucho de la realidad que vivimos a diario. Vivimos situaciones complejas y difíciles que nos hacen reflexionar ¿de donde viene nuestra seguridad? ¿Quién nos salvará?
En muchas ocasiones me he sentido como este hombre, como en una gran tempestad sin poder encontrar un punto sobre que aferrarme.
Dios se ha encargado, a través de la Biblia, de dejarnos un camino para encontrar nuestra roca…
1) Cristo es nuestra Roca
1 Pedro 2:4-8
“Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo. Así dice la Escritura: «Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado.”
· Dios define a Cristo como nuestra gran piedra viva.
· Dios mismo fue quien escogió a Jesús para ser nuestra salvación
· Sobre ella podemos poner los cimientos de nuestra vida.
Dejar que Cristo sea nuestra piedra tiene frutos, dice que al acercarnos a él nosotros también podemos llegar a ser Piedras Vivas. Esto en lo personal me inspira porque aferrado a él puedo tener una vida sólida y bien cimentada.
Pablo vivió muchas situaciones complejas en su vida como discípulo y a los hermanos de la iglesia de corinto les contó como se había sentido en una de ellas. Un ejemplo de ello, se explica en 2 de corintios 1:8-10
“Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión, que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: nos sentíamos como sentenciados a Muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que resucita a los muertos. Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos.”
Pablo en un momento de su vida dice que el llegó a perder la esperanza…. alguna vez te has sentido así? Él se sentía como sentenciado a muerte… Pero finalmente dice que todo esto sucedió para ayudarle a entender que estaba confiando en sus fuerzas.
> Cuando no ponemos nuestra confianza en Dios y en Cristo como nuestra roca nos sentimos igual. Vemos nuestra vida sin esperanza, sin salida…
En ocasiones Dios nos permite vivir situaciones complejas, tal como las vivió Pablo para entender que necesitaba volver a mirar a Dios.
Si pudieras reflexionar hoy y te preguntaras ¿dónde tienes puesta tu esperanza? ¿Qué responderías?
Nuestra tendencia es poner nuestra esperanza en las cosas que podemos lograr, nuestro trabajo, familia, esposa(o), polola(o), amigos, dinero(a), etc…
Pero lamentablemente somos limitados y no tenemos el control de todo, nuestro trabajo no es eterno… algún día me despedirán, mi familia, esposa o polola nos pueden fallar o abandonar, puede venir una crisis y mi dinero desaparece… etc…
Cuando ponemos nuestra esperanza y los fundamentos de nuestra vida en otras personas o cosas lo más probable es que terminemos derrotados.
2) Cristo nos da seguridad garantizada.
El hombre de la historia se aferró a la piedra porque sabía que no se movería…
Dios nos hace una gran promesa en la escritura que leímos anteriormente
“Y el confíe en ella jamás será defraudado”
Imagínate que tienes el auto más caro y ultimo modelo (un Ferrari) y no has contratado una póliza de seguro para tu vehículo ¿Cómo te sentirías andando en el? ¿Cómo te sentirías al dejarlo en el centro mientras vas al cine???
Sin duda…. ¡!!!Aterrado!!!!
Dios nos promete una póliza garantizada 100%. Quien confíe en él jamás será defraudado…
En la Biblia podríamos ver muchos ejemplos de hombres que comprobaron que esta póliza es 100% garantizada.
Ejemplo, 2 Samuel 22:1-7
“David dedicó al SEÑOR la letra de esta canción cuando el SEÑOR lo libró de Saúl y de todos sus enemigos. Dijo así: «El SEÑOR es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! ...
“Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo. Así dice la Escritura: «Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado.”
· Dios define a Cristo como nuestra gran piedra viva.
· Dios mismo fue quien escogió a Jesús para ser nuestra salvación
· Sobre ella podemos poner los cimientos de nuestra vida.
Dejar que Cristo sea nuestra piedra tiene frutos, dice que al acercarnos a él nosotros también podemos llegar a ser Piedras Vivas. Esto en lo personal me inspira porque aferrado a él puedo tener una vida sólida y bien cimentada.
Pablo vivió muchas situaciones complejas en su vida como discípulo y a los hermanos de la iglesia de corinto les contó como se había sentido en una de ellas. Un ejemplo de ello, se explica en 2 de corintios 1:8-10
“Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión, que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: nos sentíamos como sentenciados a Muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que resucita a los muertos. Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos.”
Pablo en un momento de su vida dice que el llegó a perder la esperanza…. alguna vez te has sentido así? Él se sentía como sentenciado a muerte… Pero finalmente dice que todo esto sucedió para ayudarle a entender que estaba confiando en sus fuerzas.
> Cuando no ponemos nuestra confianza en Dios y en Cristo como nuestra roca nos sentimos igual. Vemos nuestra vida sin esperanza, sin salida…
En ocasiones Dios nos permite vivir situaciones complejas, tal como las vivió Pablo para entender que necesitaba volver a mirar a Dios.
Si pudieras reflexionar hoy y te preguntaras ¿dónde tienes puesta tu esperanza? ¿Qué responderías?
Nuestra tendencia es poner nuestra esperanza en las cosas que podemos lograr, nuestro trabajo, familia, esposa(o), polola(o), amigos, dinero(a), etc…
Pero lamentablemente somos limitados y no tenemos el control de todo, nuestro trabajo no es eterno… algún día me despedirán, mi familia, esposa o polola nos pueden fallar o abandonar, puede venir una crisis y mi dinero desaparece… etc…
Cuando ponemos nuestra esperanza y los fundamentos de nuestra vida en otras personas o cosas lo más probable es que terminemos derrotados.
2) Cristo nos da seguridad garantizada.
El hombre de la historia se aferró a la piedra porque sabía que no se movería…
Dios nos hace una gran promesa en la escritura que leímos anteriormente
“Y el confíe en ella jamás será defraudado”
Imagínate que tienes el auto más caro y ultimo modelo (un Ferrari) y no has contratado una póliza de seguro para tu vehículo ¿Cómo te sentirías andando en el? ¿Cómo te sentirías al dejarlo en el centro mientras vas al cine???
Sin duda…. ¡!!!Aterrado!!!!
Dios nos promete una póliza garantizada 100%. Quien confíe en él jamás será defraudado…
En la Biblia podríamos ver muchos ejemplos de hombres que comprobaron que esta póliza es 100% garantizada.
Ejemplo, 2 Samuel 22:1-7
“David dedicó al SEÑOR la letra de esta canción cuando el SEÑOR lo libró de Saúl y de todos sus enemigos. Dijo así: «El SEÑOR es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! ...
En mi angustia invoqué al SEÑOR; llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!”
Anímate a darte la oportunidad de poner a Cristo como tu roca. Decide confiar que él será el fundamento de tu vida y podrás ver los frutos.
Recuerda!!! Pedro dijo: “Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas”
Anímate a darte la oportunidad de poner a Cristo como tu roca. Decide confiar que él será el fundamento de tu vida y podrás ver los frutos.
Recuerda!!! Pedro dijo: “Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas”
