viernes, 29 de agosto de 2008

Tres clases de Ateos...

"Juan Link se hallaba un día sentado junto a una mesa con varios jóvenes que se entretenían conversando acerca de Dios en forma burlona, del ser o no ser, de la muerte y de otros temas de carácter religioso, titulándose a sí mismos de ateos, con marcada complacencia. Después de escucharlos un breve tiempo silenciosamente,
Link les dijo: “Señores, hay tres clases de ateos. Hay ateos que han llegado a serlo estudiando los diversos sistemas de filosofía tanto antiguos como modernos, los que los han llevado por caminos errados, y al fin confundidos han negado a Dios. No sé si alguno de ustedes se ha desviado de Dios por sus estudios filosóficos”. Todos lo negaron tímidamente. “Bueno, la segunda clase la componen aquellos que no tienen juicio propio, sino que semejante a los papagayos van repitiendo lo que más oyen, y que como los monos imitan a otros para no estar fuera de moda. Espero que ninguno de ustedes pertenezca a esta clase.” Todos lo negaron con cierta indignación. “Muy bien, la tercera clase se compone de aquellos que tienen mala conciencia, en cuya vida y conducta hay algo corrompido, de manera que se ven en la necesidad de desear que no haya un Dios santo y justo. Porque entienden muy bien que si lo hay, la escena debe ser espantosa cuando después de la muerte deban comparecer ante su presencia. Por eso se consuelan con la afirmación de que “¡No hay Dios!” ¡Así que: seguid pecando! Mis caballeros, una cuarta clase no la hay.” Con estas palabras Link se levantó y salió saludando cortésmente." —Albores.

“Dice el necio en su corazón: «No hay Dios.» Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno! Desde el cielo Dios contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios. Pero todos se han escarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!” Salmos 53:1-3

miércoles, 20 de agosto de 2008

Estudio del Libro de Hechos - Capítulo 1

Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios. “ V.3

1) Pruebas de la resurrección
Jesús dedicó 40 días después de resucitar para probar a sus discípulos que había resucitado. De esta manera afianzó la fe de ellos. No quería irse y dejarlos envuelto en las dudas y en la resignación de haber perdido la única esperanza que albergaban sus corazones.

¿Por qué dedicó tanto tiempo?

Porque aun sus discípulos dudaban que realmente estuviera vivo…

Tomás, al que apodaban el Gemelo, y que era uno de los doce, no estaba con los discípulos cuando llegó Jesús. Así que los otros discípulos le dijeron:
¡Hemos visto al Señor!
Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré —repuso Tomás
.” Juan 20:24-25

Tomás, uno de sus discípulos cercanos se negaba a creer en la resurrección… a menos que vea personalmente a Jesús no creeré.

¿Logras identificarte con él?

Para mi, en ocasiones me he sentido como él especialmente cuando estoy a la espera de las respuestas a mis oraciones. Preguntate tu mismo ¿Crees solo cuando las cosas están sucediendo como tú lo esperas?

Jesús le dio una gran lección, y no tan solamente a él sino también a quienes estaban ahí y a quienes creerían (nosotros mismos)

Luego le dijo a Tomás: Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe. —¡Señor mío y Dios mío! —Exclamó Tomás.—Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen. “ Juan 20:27-29

Jesús nos dice "No es necesario probarte que estoy vivo...cree en mi palabra" solo cree por fe

Por último quiero hacerte la última pregunta ¿te cuesta creer el mensaje predicado por Jesús? Al examinar la respueta a esta pregunta reflexiona en como vives en tu propia vida la fidelidad a las escrituras. Esto te ayudará a encontrar una respuesta.

Quiero animarte a reafirmar tu fe. Jesús lo hizo con sus discípulos. Nosotros no necesitamos 40 días más... la historia nos muestra a través de lo que vivieron los discípulos y como murieron que fue verdad!

2) Enfoque en el Reino de Dios.

Jesús habló acerca del reino de Dios, aun cuando sus discípulos al parecer seguían pensando en términos del reino de Israel (v. 6, Lucas 24:21).

En ocasiones esperamos que Dios nos hable de las cosas importantes que como seres humanos necesitamos (trabajo, familia, iglesia, esposa(o), etc) pero Jesús mantenía su convicción de transmitir a sus discípulos la importancia que nuestra morada no es terrenal sino espiritual. Que nada de lo que tenemos permanecerá en el tiempo.

La respuesta de donde tenemos hoy nuestro enfoque determinará si estamos pensando en las cosas de este mundo o en las que Jesús nos vino a mostrar.

Jesús desea que nuestro primer lugar sea Dios. Discípulo y Amigo, esforcémonos por caminar con Jesús pensando de la misma forma.

A Dios se la Gloria!

martes, 5 de agosto de 2008

Caminar como una vasija rota

Una vez vivía un aguador en la India. Acostumbraba a utilizar dos grande vasijas para su tarea. Sostenía un palo sobre su cuello y enganchaba una vasija a cada extremo. Una de las vasijas tenía una gran grieta mientras que la otra estaba en perfecto estado. La vasija completa siempre llevaba una porción de agua completa del arroyo a la casa del dueño, mientras que la rota llegaba a medio llenar cada día.

Durante dos años este aguador realizó la misma jornada. La vasija perfecta se volvió orgullosa de sus logros. La vasija rota estaba abochornada de sus imperfecciones y se sentía miserable por ser capaz de cumplir sólo la mitad de la tarea para la que había sido hecha. Por último un día junto al arroyo, la vasija rota le habló a su dueño sobre su amargo fracaso: “ Estoy avergonzada de mí misma, quiero disculparme de haber sido solo capaz de levar la mitad de mi agua a su casa. Hay una grieta en mi costado que hace gotear el agua. Debido a mis defectos, usted no recibe todo el importe de sus esfuerzos”.

Entonces el aguador sonriendo replicó: “Cuando regresemos a la casa del dueño, quiero que te fijes en las bellas flores a lo largo del camino”.

En ese viaje desde el arroyo, la vasija rota miró alrededor.

“¿Te das cuenta que hay flores solo en tu lado del camino, pero no en el lado de la otra vasija”, comentó el dueño. “ Eso es porque siempre he sabido de tu defecto y me aprovecho de él. Sembré semillas en tu lado del camino, y cada día mientas pasamos por estos sitios, tú las riegas. Ahora durante dos años he podido recoger las bellas flores para decorar la mesa de mi señor. Si no fueras como eres, no tendría esta belleza para dar encanto a su casa”.

Esta es la forma en que trabaja Dios.

Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte 2 Corintios 12:10

Muchas veces me he esforzado por ser una vasija sin problemas, por presentarme siempre bien y me he comportado orgullosamente, hoy , comprender que en mis imperfecciones es donde más he visto a Dios actuar, ha sido algo liberador, animante y que me llena de esperanzas...Dios ha hecho cosas increíbles en mi vida y a través de mi vida, a pesar de sentirme a veces como una vasija rota.

Claudio Andrade A.