La escritura que me ha inspirado esta semana.
“Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él,
todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es
el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso
resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos
apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el
hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito:
«Por tu causa siempre nos llevan a la muerte;
¡nos tratan como a ovejas para el matadero!»
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los
ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo
alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del
amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.”
Romanos 8:31-39