lunes, 17 de diciembre de 2007

El Mejor Regalo que Podemos Recibir

Extracto charla viernes 07/12
Entender la gracia de Dios es el pilar fundamental de nuestra fe. Aceptar la gracia es muestra de humildad. Es apreciar el increíble amor incondicional que él ha mostrado hacia nosotros. Una escritura que me ayuda a entender más profundamente el valor que debo darle a la gracia es la siguiente:
"... nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!... Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte." Efesios 2:5-9

Mi salvación es un regalo. No hay forma que me lo pueda ganar! Ni aunque intente hacer muchas cosas, el ya nos redimió. El avanzar y decidir ser más como Cristo será el resultado de la muestra de nuestra gratitud por lo que él ha hecho por mi.
A continación, quiero compartir con ustedes una historia que ayuda a graficar solo una pequeña parte del carácter de DIOS.

El Noble y las Deudas.
Al llegar a una ciudad cierto noble que andaba viajando, mandó fijar el siguiente anuncio: “Pagaré las deudas de cualquiera que venga a verme mañana entre las ocho y las doce de la mañana.” Dieron las once del día sin que nadie hubiese acudido; poco tiempo después fue llegando un pobre hombre que con mucha timidez y como con vergüenza le dijo: —Señor, ¿es cierto que usted ha prometido pagar las deudas de cualquier persona que venga a verle? -Sí, efectivamente así es. ¿Cuánto debe usted? El hombre dijo cuánto era y el caballero extendió un cheque por valor de la cantidad que debía, y le mandó que se sentase hasta que dieran las doce. Media hora más tarde llegó otro y fue tratado de la misma manera. Al dar las doce el noble despachó a los dos. Al salir a la calle se hallaron con muchos, dispuestos a burlarse de ellos por haber sido tan crédulos y haberse dejado engañar, según ellos creían; pero grande fue su sorpresa al ver los cheques que tenían en la mano. Entonces corrieron a la puerta de la casa; mas ¡ay! ya era tarde, ya había pasado la hora y la puerta estaba cerrada. Tuvieron que volverse entristecidos por no haber creído.
Esta es una ilustración de las condiciones para obtener el perdón de pecados que es don gratuito de Dios. Hay un tiempo especificado durante el cual se halla abierta la puerta de gracia. No siempre será así.
Un Abrazo.

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