“El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.» Felipe se acercó de prisa al carro y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó: — ¿Acaso entiende usted lo que está leyendo? — ¿Y cómo voy a entenderlo —contestó— si nadie me lo explica? Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él... Enconces Felipe, comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció las buenas nuevas acerca de Jesús. Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y le dico el eunuco: --Mire usted, aquí hay agua. ¿Que impide que yo sea bautizado?Entonces mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino.”
Hechos 8:27-39
El pasado 27 de enero vimos un milagro, la historia del Etiope echa realidad. Sergio Alvarado hermano de nuestra hermana Ely, quién vive en San Luis Argentina vió su necesidad de Dios y al ser animado por Rodrigo y Ely se animó a conocer más de Dios. Al igual que el etiope decidió salir de su tierra y venir a Santiago a buscar más profundamente a Dios y así fue como se bautizó y hoy es un miembro misionero de corazón que seguirá sembrando la semilla de Dios en San Luis, Argentina.
Sin duda el trabajo es de Dios. Por más que intentemos tratar de conquistar nosotros mismos este mundo sabemos que finalmente es Dios quién hace crecer la semilla en el corazón de las personas. (1 Corintios 3:6-7)
Muchas felicidades y hemanos... sigamos en contacto con Sergio, para ayudarlo a fortalecer aun más su fe.
Hechos 8:27-39
El pasado 27 de enero vimos un milagro, la historia del Etiope echa realidad. Sergio Alvarado hermano de nuestra hermana Ely, quién vive en San Luis Argentina vió su necesidad de Dios y al ser animado por Rodrigo y Ely se animó a conocer más de Dios. Al igual que el etiope decidió salir de su tierra y venir a Santiago a buscar más profundamente a Dios y así fue como se bautizó y hoy es un miembro misionero de corazón que seguirá sembrando la semilla de Dios en San Luis, Argentina.
Sin duda el trabajo es de Dios. Por más que intentemos tratar de conquistar nosotros mismos este mundo sabemos que finalmente es Dios quién hace crecer la semilla en el corazón de las personas. (1 Corintios 3:6-7)
Muchas felicidades y hemanos... sigamos en contacto con Sergio, para ayudarlo a fortalecer aun más su fe.
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