miércoles, 9 de septiembre de 2009

Oración y Acción

"La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y derribó sus graneros y los edificó mejores, y allí juntó todos sus frutos. Y había mendigos a la puerta de él deseando hartarse de las migajas que caían de su mesa, mas nadie se las daba. Y el rico subía todos los días al templo a orar. Y junto a él iba siempre su hijito Samuel. Y de pie oraba el rico. De esta manera: Señor, te doy gracias que no soy como los otros hombres. Señor, te doy gracias por mi trigo, y por mi maíz y por mis graneros. Señor, ¡ayuda a los mendigos, a los hambrientos, a los pobres que no tienen las bendiciones materiales que tengo yo! Y mientras oraba, lloraba. Y aconteció un día, que el pequeño Samuel, después de la visita al templo llegó hasta su padre y le dijo: Padre, hoy como ayer, he escuchado tu oración. ¡Cómo quisiera tener alguno de tus depósitos de trigo! Y el padre le dijo: Todas mis cosas son tuyas. ¿Qué harías con el trigo si lo tuvieras? Y respondió el hijo: ¡Yo contestaría tus oraciones!"
Por, Alejandro Clifford

A veces oramos para que Dios haga determinada cosa, ejemplo cambiar nuestro carácter, crecer en nuestro amor a otros, estudiar la biblia con alguien, etc… pero esta historia nos ilustra que a veces las respuestas están a nuestro alcance y no las vemos porque creemos que Dios debe hacer todo de una forma mágica.

2 Reyes 5:1-15 - Naamán
Esta escritura nos describe la historia de un hombre muy importante, Jefe del ejercito del Rey, de mucho prestigio, muy exitoso a los ojos humanos, pero tenía algo que le impedia vivir tranquilo, una seria enfermedad. La lepra.
Un día recibió un gran consejo, tenía que ir a Samaria a ver al profeta para encontrar sanidad y lo aceptó.
Cuando llegó, el profeta envió a uno de sus mensajeros para indicarle que para ser sanado debia zambullirse siete veces al Jordán.
Naamán reaccionó FURIOSO!!!!
¿por qué? Porque su orgullo le impedia ver el plan de Dios.
Era tan sencilla la receta dada por el profeta que Naamán pensó que burlaba de él. Es más, era tal su orgullo que incluso él tenía en su mente la imagen de la forma como debería ser el proceso de sanación... "¡Yo creí que el profeta saldría a recibirme personalmente para invocar el nombre del SEÑOR su Dios, y que con un movimiento de la mano me sanaría de la lepra!"
La Biblia Dios nos da dirección. Dios nos dice como actuar y como podemos cambiar pero a veces pensamos que para cambiar tiene que pasar algo increíble y actuamos como Naamán, cuando en realidad Dios nos dice es tan sencillo como que te arrepientas y cambies. Debemos ser humildes, aceptar la dirección de Dios y actuar.
¿Te ha pasado? ¿Te identificas con Naamán?
Como la historia del hombre rico.
quieres ver menos pobreza... bueno comienza por ser generoso.
quieres vencer tu egoísmo... bueno comienza por pensar menos en tí
quieres vencer tu impureza... bueno cuida lo que ves
quieres vences tu pereza... bueno decide levantarte temprano
Ora y actúa. Dios se encargará del resto.

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